¡No seas llorón, Jaky!

Esa noche, luego de cenar, fui a hurtadillas a la habitación de Jake con una mascara de monstruo.


Me escondí dentro del armario y cuando llego y lo abrió salte y grite:


-¡Bu!


-¡¡¡¡¡¡¡AAAAAAAAAAAA!!!!!!-grito mi hermanito, espantado.


-Tranquilo, solo soy yo-le dije mientras me sacaba la mascara.


-Y...ya lo sabia-me dijo, aun temblando del miedo.


-Bueno, agarra una linterna y acompañame.


-¿A donde?-me pregunto, preocupado.


Le lanze esa mirada que siempre pongo cuando voy a hacer algo aterrador y que él tanto detesta.


-N...no pensaras ir a esa casa, ¿o si?


-Aja, vamos a hacerle una pequeña visita a Rosalie Evans-le dije con voz tenebrosa, pero despreocupada.


-No, no, no y no. Esta vez no vas a lograr meterme en esto, si queres ir, anda, pero no cuentes conmigo.


-Ay, no seas bebe, Jaky-le dije en tono burlón.


Él odia que le diga Jaky o bebe o llorón, es por eso que siempre se lo digo para molestarlo.


-¡No soy un bebe! Y no me llames asi.


Me dirigí hacia la puerta con dos linternas en la mano. Me detuve en el umbral.


-¿Venís o no?-le pregunte.


Jake dudo pero luego vino a mi lado y agarro una de las linternas.


Le dedique una sonrisa macabra y salimos de casa sin despertar a mama.


Y allí estaba frente a nosotros: la majestuosa mansión Evans, y era mucho mejor esa noche porque se avecinaba una tormenta, y lo mejor...había luna nueva.


Obviamente no se lo dije a Jake porque no me hubiera querido acompañar y yo siempre salgo a mis "aventuras" aterradoras con él. Es divertido ver como se muere del miedo.


Entramos con las linternas prendidas. Jake iba abrazado a mi cintura, que llorón.


De repente escuchamos un ruido.


-J...j...jenn, ¿que fue ese ruido?-me pregunto Jake, asustado, agarrándose cada vez mas fuerte de mi.


-No seas llorón-me burle.


-No soy llorón-se quejo.


De repente el ruido se fue intensificando cada vez mas, nos dimos la vuelta, lo que veía era genial (bueno, para mi si, para mi hermanito era aterrador).


Una bandada de murciélagos voló muy cerca de nosotros.


Me agache rápidamente. Mi hermano se quedo congelado por el miedo, no se movía, si no hacia algo rápido los murciélagos iban a dejarlo son cabeza.


Lo tome fuerte del brazo y lo tire para abajo.


Los murciélagos se perdieron en la oscuridad luego de pasar tan cerca de nuestras cabezas.


-¡Ya se lo que pasa!-soltó Jake de repente-l...los Evans eran...vampiros, ¡si! Esos murciélagos eran ellos y...los demás eran todas las personas a las que "mataron", que se convirtieron en vampiros chupasangres también.


Me heche a reír y le di un golpecito en la cabeza.


-Jaky, todo el mundo sabe que los vampiros no se convierten en murciélagos, lee un libro-le dije.


-Pero en las películas es así.


-Pero esto no es una película, en las películas los protagonistas terminan bien, pero acá, en la vida real, lo mas probable es que no salgamos bien al final...-le dije en tono misterioso y macabro.


-¡Basta! ¡Quiero ir a casa!


-Deja de quejarte, yo no me voy de acá hasta no encontrar a algún Evans o a Edward e Irina.


Jake miro por un hueco que había en el viejo caserón.


-¡No puedo creer que lo hicieras! ¡Hoy es noche de luna nueva!-dijo asustadisimo, pero a la vez enfadado.


-Aja, si, es una coincidencia que haya luna nueva justo la misma noche en que llegue al pueblo, tengo el presentimiento de que estaban esperándome, o...-hize una pausa y un movimiento brusco para asustarlo, y funciono-...¡esperandoNOS!


Casi se pone a gritar pero le tape la boca con la mano.


-¡Shh! No queres despertar a los fantasmas.


Estaba espandisimo, era muy gracioso ver su cara de terror.


Nos levantamos y seguimos inspeccionando la antigua mansión.


Todos los muebles seguían ahí, nunca se los había llevado, y eso lo hacia aun mas exitante.


Y lo vi...un enorme armario, de verdad era gigante, se extendía ante mis ojos maravillados.


Extendí la mano para abrirlo pero Jake me detuvo.


-¡¿Estas loca?! ¡No podes abrir ese armario, no sabes que puede haber ahí!


-Jake, no fastidies-le dije, sin quitar la vista del gigantesco y antiguo armario.


Puse mi mano sobre el picaprote lleno de polvo, lo gire, lentamente, y la puerta del armario de abrió...



Esta soy yo con la mascara de monstruo con la que tanto asuste a Jake: