La historia de Jack Meyers

Al otro dia fui a la biblioteca a encontrarme con Drake. Ibamos a informarnos mas sobre el tema, para ver como podriamos ayudar a Edward e Irina.
-Hola Drake-lo salude.
-Hola Jenn...¿estas segura de que queres seguir con esto?-me pregunto como por enesima vez.
-Si, Drake, estoy segura.
-¿A caso sabes con lo que te estas enfrentando? Es algo mas grande que nosotros...no quiero terminar como Jack Meyers por ayudar a los fantasmas.
-¿Jack Meyers? ¿Quien es ese?-pregunte intrigada.
-Veras, seguro sabes cual es la calle Fear.
-Si, esta en este pueblo, es de donde se cuentan que pasaron las cosas extrañas y aterradoras-le dije.
-Exacto; y la historia de Jack es una "leyenda" mas de la calle Fear.
-¡Contamela!-le exigi.
-Ok. Jack Meyers era un chico comun y corriente. Pero creia y temia a los fantasmas. Los chicos molestos de la escuela, en especial una chica llamada Penny y los hermanos Mike y Roy Burger, siempre le jugaban bromas pesadas, ya que sabian que Jack le tenia terror a los fantasmas. Un dia, Jack y su mejor amigo Connor, decidieron cortar camino por el cementerio de la calle Fear. En realidad Jack no queria ir, pero tenia que demostrarle a su amigo que ya no le temia a lso fantasmas. Connor encontro un viejo y grande panteon en el cementerio. Habia una placa con la cara de una chica tallada en piedra. La piedra tenia ojos tristes. La placa decia:
"Espero desde hace siglos,
encerrada en esta piedra.
Para esta tortura eterna,
solo existe una salida:
si me besas en los labios,
puedo volver a la vida".
Connor reto a su amigo a su amigo a besar la roca. Jack era muy supersticioso y ademas quedaria como un tarado besando una roca. Era ridiculo y estupido. Al final accedio. Cuando sus labios rozaron la piedra, se estremecio y se alejo aterrado. ¡Los labios de roca estaba tibios! Connor y Jack decidieron irse, ya que nada paso. Al darse la vuelta oyeron un ruido. Se volvieron y vieron a una chica rubia, palida, esqueletica y con el rostro muy parecido al de la roca, en la puerta del panteon. Ella se presento con el nombre de Luana. Les conto que hace siglos un malvado hechicero la encontro leyendo sus libros de hehcizos y la encerro enternamente en ese panteon. Les dijo que si la ayudaban a volver con su familia, los haria invisibles con sus poderes; pero solo hasta el atardecer. Los chicos accedieron, tomandoselo en broma. Al otro dia, al despertar y para su sorpresa...¡eran invisibles! Hicieron todo tipo de bromas a sus profesores, a Penny, los hermanos Burger y a Carrie, la hermana mayor de Jack. Se diviertieron mucho, pero, como les advirtio Luana, volvieron a ser visibles al caer el atardecer. Jack no podia aguantar no volver al cementerio y cumplir con su parte de la promesa. Debia ayudar a Luana, tal como habia prometido. Ella ya habia hecho su parte. Connor se nego a acompañarlo, asi que Jack fue solo. Se puso su anillo de la suerte, tenia forma de araña. Luana lo estaba esperando. Le dijo que lo que ella necesitaba para poder volver con su familia era una pequeña mosca de oro que se encontraba dentro del enorme panteon. Volvio a Jack invisible para que no corriera riesgos. Pero su magia era limitada, asi que llego un momento en que Jack se volvio visible. Tuvo que enfrentar muchos peligros, y lo logro gracias a su anillo. Éste largo un brillo azulado y vencia los peligros. Pero en un momento el anillo dejo de funcionar y Jack tuvo que escapar corriendo por su vida de unas cucarachas de dos metros. Cuando logro salir con vida del panteon le entrego la mosquita a Luana. Ella la tiro al piso. Jack estaba desconcertado. ¡¿Le habia hecho pasar por todo eso para que tirara la maldita mosca al suelo?! Luana le explico que él no era Jack Meyers, sino Jacobus, el malvado y envidioso hijo del hechicero que la habia encerrado en el panteon. Jacobus siempre le hacia maldades a Luana porque le tenia envidia. Entonces, el hechicero temia por su hijo, asi que lo envio a otra dimension y lo puso en el cuerpo de Jack Meyers, un niño normal. Le dio el anillo para que pudiera protegerse en caso de peligro. Lo que Luana queria no era la mosca de oro, sino que Jack gastara los poderes de su anillo para poder vengarse. Jack lo recordo todo...él era Jacobus, el hijo dle poderoso hechicero. Luana lo encerro de un empujon en el panteon y se fue. Se dice que una noche, Penny y Brittany (la chica que le gustaba a Jack) pasaron por el cementerio de la calle Fear y encontraron el panteon. En una placa estaba la cara de un joven de cabello rizado y mirada malevola. Abajo decia:
"Espero desde hace siglos
Encerrado en esta piedra.
Para esta torura eterna
Solo existe una salida.
Si me besas en los labios,
Puedo volver a la vida".
Penny reto a su amiga a besar la roca, ya que se parecia a Jack Meyers, el chico que tanto le gustaba a Brittany. Ella dijo que eso no era cierto y se nego a besar la piedra. Las dos amigas se fueron, dejando a Jack, mejor dicho a Jacobus, atrapado para siempre.
Me quede boquiabierta. Esa historia era genial. Y habia pasado solo a unas pocas calles de alli.
-¡Genial!-exclame.
-No, Jenn. ¿Que no lo entendes? Si ayudas a los fantasmas, terminaras como Jack; atrapada para toda la eternidad.
-¡¿Sabes que?! ¡Me diste una idea! ¡Vamos a ayudar a Jacobus a escapar!-dije emocionada y ansiosa.

Ayuda...

Esa noche Drake, Debby y yo nos encontramos en la puerta de la vieja mansion.
-Chicas, ¿estan seguras de esto?-nos pregunto Drake.
-Si-respondimos Debby y yo al unisono. Era como la sexta vez que nos preguntaba lo mismo.
Entramos con linternas a la mansion Evans.
Todo parecia tranquilo, pero a la vez aterrador y emocionante.
Drak estaba muerto del miedo.
Recorrimos el primer piso de la mansion pero nada paso.
-¿Ven? Les dije que no existe esa estupidez de los Evans y los fantasmas-nos dijo Debby, muy segura de si misma.
-Ayuda...-dijo una voz de niño.
Drake se sobresalto.
Vimos aparecer de entre las sombras una figura oscura, un poco mas alta que Debby y yo pero no mas que Drake. Era la figura de un niño...
Me acerque a él, pero Drake me tomo la mano.
-Jennette, te estabamos esperando-me dijo el niño, era Edward.
-¿En serio?-pregunte, perpleja.
-Si, mi madre y yo estuvimos esperando una persona como vos desde hace tres siglos. Necesitamos a alguien que nos ayude a poder descansar en paz al fin. Pero nadie se atreve a entrar, estabamos esperando a alguien como vos para que nos libere de esta tortura.
¿Edward e Irina necesitaban mi ayuda? Eso realmente me halagaba.
Debby estaba boquiabierta, no podia creer lo que estaba viendo.
Drake estaba a punto de desmayarse.
-¿Como puedo ayudarlos?-le pregunte.
-La unica forma de que podamos ser libres de esta maldita mansion es conseguir que una persona de mi edad y que sea varon, entre aca, yo me meta en su cuerpo, su alma quedara en esta casa hasta que alguien reemplaze su lugar. Yo saldre en el cuerpo de esa persona y me suicidare, asi podre descansar en paz al fin. Y lo mismo con mi madre, soloq ue tiene que ser el cuerpo de una mujer de su edad.
-Voy a ayudarlos-le dije, decidida.
-Pero los Evans nos tienen prisioneros a Irina y a mi. No quieren que escapemos. Es por eso que intentaran capturarlos tambien a ustedes, en especial a vos Jennette, porque saben que van a ayudarnos a escapar-me advirtio Edward.
-Esta bien, vamos a lograrlo.
Mire a Drake y Debby, estaban perplejos y asustados.
Oimos un ruido.
-Es ella, Alice. Escapen-nos dijo Edward.
Drake y Deby salieron corriendo espantados en seguida.
Me quede al lado de Edward.
-¿Que esperas?
-No te decepcionare, lo juro.
Me fui tras mis amigos.
Cuando salimos de la mansion una sonrisa de oreja a oreja estaba en mi rostro.
-No puedo crerlo...-comenzo Debby, casi sin habla.
-¿N...no pensaras en ayudarlo, o si?-me pregunto Drake.
-Pero claro que si-dije.
-¿Vas a hacer que las almas de personas inocentes queden condemanadas hasta que surga alguien como vos, que seria algo raro?-me dijo Drake.
-Si.
-Estas loca.
-Me lo han dicho antes.
-No pienso ser parte de esto-me dijo Debby.
-Hagan lo que quieran, yo si voy a ayudarlo-dije.
-Si vos vas yo tambien. Correrias un gran peligro-me dijo Drake.
-¿Y por que te interesa lo que le pase a esta chiflada?-le dijo Debby.
-No voy a dejarla sola-dijo Drake, firme.
Luego ambos se fueron a su casa.
Drake me lazo una mirada complice sin que su hermana lo notara. Yo se la devolvi.
Era exelente, increible. No tenia palabras para describirlo. Edward habia esperado por mi para que lo ayudara, era...genial!

Nuevos compañeros de "aventuras"

Lunes, iba a ser mi primer dia en la nueva escuela. Ya estaba lista para que nadie me hablara y me creyeran un bicho raro. Pero en este pueblo la mayoria de la gente creia en esa antigua leyenda de los Evans. Mama llevo a Jake a la escuela, él va a otra porque aun esta en la primaria. Me fui caminando a mi escuela, ya que yo estaba en la secundaria.

Ni siquiera iba a tener a mi hermano para hacerme compañia, iba a estar sola. Era la primera vez que ibamos a escuelas separadas.

Entre y me dirigi a un pupitre que encontre libre. Una chica se sento a mi lado.

Yo estaba muy concentrada pensando en como ayudar a Edward e Irina.

-Hola-me saludo mi compañera de banco-Me llamo Debby.

-Soy Jennette.

-¿Y, te gusta el pueblo?

-Me encanta, adoro todo eso de los Evans, es muy inteesante.

Debby se hecho a reir.

-¿De verdad crees en esas viejas historias de fantasmas?

-Si, ¿vos no?

-Pero por supuesto que no, soy una de las pocas personas en este pueblo que no cree en las historias de los Evans. Son puras patrañas.

-Me mude a la casa al lado de su mansion.

-Que valiente, nadie en este pueblo lo haria, tomarian por loco y descendiente de los Evans a quien se mudara alli.

-Si, pero yo la vi...a Rosalie Evans-murmure-Ayer por la noche, que era de luna nueva, mi hermanito y yo entramos a la mansion, oi su canto y la vi en un armario, me tendio la mano. Y Jake, mi hermano, me dijo que vio a Japer y que oyo a Irina pidiendole ayuda.

-Jenn, estas loca. Debio de ser un sueño.

-Fue real-afirme, convencida.

-Entonces quizas fue alguien disfrazado para jugarles una broma de bienvenida a los nuevos vecinos.

-No, Debby. Te digo que fue real, la vi...

Me interrumpio.

-Bueno, si estas taan segura de que viste a la pequeña diabla, demostramelo. Hoy por la noche vamos a entrar a la mansion Evans, y ya veras que tengo razon y que los fantasmas no existen-me dijo en tono burlon.

-Ok, entonces nos vemos a las 7:00 pm.

-Nos veremos alli.

La clase inicio pero no pude poner mucha atencion, estaba pensando en los Evans. Ese tema invadia por completo mis pensamientos.

Cuando las clases acabaron fui a la cafeteria. Era un caos de gente.

Debby me hizo señas para que me sentara con ella en una mesa. Estaba con un chico alto, estaban discutiendo.

Me sente al lado de Debby.

-Debby, no podes ir, es muy arriesgado-le dijo el chico.

-No seas bobo, Drake. Nada va a pasar porque los fantasmas solo existen en las peliculas-le contradijo Debby.

-Debby, mucha gente dice haberlos visto, existen.

-La gente solo inventa eso para llamar la atencion, son puras estupideces.

-Hola-los interumpi.

-Hola Jenn, él es Drake, mi hermano mayor, tiene 14.

-Hola-me saludo Drake.

-¿Y de que tanto discutian?-les pregunte, aunque ya sabia la respuesta.

-De que él dice que no debo ir a la mansion hoy porque cree que esa familia de fantasmas sicopatas existe-me explico Debby.

-Claro que existe, es peligroso ir-le dijo Drake.

-Yo vi a Rosalie-les dije.

-¿En serio? ¡Guau! ¿Y pudiste escapar?-me pregunto Drake, con notable interes.

-Si, si estoy aca.

-Jenn, estabas soñando-insistio Debby.

-¡Que no!

-Ok, Debby, si queres ir anda, pero yo voy a ir con ustedes.

-Como quieras-le dijo Debby-Les voy a demostrar a los dos que solo dicen tontrias.

Bueno, ya tenia dos compañeros de "aventuras". ¡Dos! No uno, dos.

Drake creia en los Evans pero tenia miedo; Debby no estaba asustada porque no ceia en las historias. Pero que mas da, son compañeros de "aventuras" de todos modos.

Estas somos Debby y yo:

Los ojos de Rosalie Evans

Puse mi mano sobre el picaprote lleno de polvo, lo gire, lentamente, y la puerta del armario se abrió...

Solo habia ropa antigua y polvorienta, nada mas. Esperaba algo mas aterrador.

Pero, de repente...lo escuche: el hechizante canto de Rosalie Evans; sonaba cerca, pero no sabia en donde estaba exactamente.

Jake estaba muy asustado.

Aparte los abrigos del aramrio y me adentre mas.

Y alli estaba: al fondo del armario, sentada, mirandome fijamente con esos ojos negros tan penetrantes y amenazadores. Con su oscuro cabello suelto y su blanca piel.

Rosalie, era ella, estaba segura.

Ella cantaba.

Extendio su mano hacia mi, sin dejar de cantar y de mirarme fijamente.

Tambien extendi mi mano hacia ella, pero cuando nuestras manos estuvieron a punto de tocarse...

-¡¡¡¡¡¡¡AAAAAAAAAAA!!!!!!!

Escuche un alarido de horror, o de dolor...

Mire a mi derecha, mi hermanito ya no estaba ahi, a mi lado...

Cuando volvi a mirar el armario Rosalie habia desaparecido, ya no se escuchaba su canto ni se veia sus aterradores ojos fijos en mi. Pero aun los sentia, clavados a mi espalda.

Heche a correr en busca de mi hermano menor.

-¡Jake! ¡Jake! ¡¿Donde estas?!-decia a gritos mientras corria en su busca.

Meti la mano en mi bolsillo, pero ya no estaba, la linterna ya no estaba ahi.

Lo vi hecho un obillo cerca de la habitacion en donde estaba el gran armario. Estaba realmente espantado.

-L...lo vi-me dijo cais sin aliento.

Me agache a su lado.

-¿A quien viste?

-A...él...sus ojos rojos...

-Japer...-murmure.

-Si, sali corriendo cuando vi a Rosalie en el armario, pero él me bloqueo el paso y me miro con esos ojos...pero una fuerza invisible lo espanto, y lo unico que puse oir fue una voz de mujer que decia: "Ayudanos, necesitamos que nos saque de esta condenada mansion, corre, salvate, no dejes que te atrapen. Te necesitamos..."

Me quede paralizada.

-Era Irina-le dije, casi sin poder articular palabra.

-¿La madre de Edward?

-Si, ella quiere nuestra ayuda...

Salimos de la mansion, sin habla.

Entramos sigilosamente a casa, mama dormia.

Subimos a mi habitacion, él se sento en mi cama.

-Jake, ¿sabes lo que esto significa?-le pregunte, intentanto contener la emocion.

-Si, que jamas volveremos a entrar a esa maldita mansion.

-No. Vimos a Rosalie. Y luego se te aparecen Jasper e Irina...

Me interrumpio.

-No sabes si era Irina, no llegue a verla, solo a oirla.

-No importa, Irina necesita nuestra ayuda, y probablemente tambien Edward.

-¡¿Piensas vover ahi?!

-Pero por supuesto que si. Mañana iremos a la misma hora que hoy.

-¡Estas loca! Si queres ir, anda sola. No cuentes conmigo, ya no. Ni sueñes que volvere a ese lugar, anda sola-me dijo y se fue a su habitacion, decidido.

Bueno...ya no tenia un compañero de "aventuras", iba a tener que conseguir otro. Si iba a ayudar a Irina y a Edward no iba a poder hacerlo sola.

¡No seas llorón, Jaky!

Esa noche, luego de cenar, fui a hurtadillas a la habitación de Jake con una mascara de monstruo.


Me escondí dentro del armario y cuando llego y lo abrió salte y grite:


-¡Bu!


-¡¡¡¡¡¡¡AAAAAAAAAAAA!!!!!!-grito mi hermanito, espantado.


-Tranquilo, solo soy yo-le dije mientras me sacaba la mascara.


-Y...ya lo sabia-me dijo, aun temblando del miedo.


-Bueno, agarra una linterna y acompañame.


-¿A donde?-me pregunto, preocupado.


Le lanze esa mirada que siempre pongo cuando voy a hacer algo aterrador y que él tanto detesta.


-N...no pensaras ir a esa casa, ¿o si?


-Aja, vamos a hacerle una pequeña visita a Rosalie Evans-le dije con voz tenebrosa, pero despreocupada.


-No, no, no y no. Esta vez no vas a lograr meterme en esto, si queres ir, anda, pero no cuentes conmigo.


-Ay, no seas bebe, Jaky-le dije en tono burlón.


Él odia que le diga Jaky o bebe o llorón, es por eso que siempre se lo digo para molestarlo.


-¡No soy un bebe! Y no me llames asi.


Me dirigí hacia la puerta con dos linternas en la mano. Me detuve en el umbral.


-¿Venís o no?-le pregunte.


Jake dudo pero luego vino a mi lado y agarro una de las linternas.


Le dedique una sonrisa macabra y salimos de casa sin despertar a mama.


Y allí estaba frente a nosotros: la majestuosa mansión Evans, y era mucho mejor esa noche porque se avecinaba una tormenta, y lo mejor...había luna nueva.


Obviamente no se lo dije a Jake porque no me hubiera querido acompañar y yo siempre salgo a mis "aventuras" aterradoras con él. Es divertido ver como se muere del miedo.


Entramos con las linternas prendidas. Jake iba abrazado a mi cintura, que llorón.


De repente escuchamos un ruido.


-J...j...jenn, ¿que fue ese ruido?-me pregunto Jake, asustado, agarrándose cada vez mas fuerte de mi.


-No seas llorón-me burle.


-No soy llorón-se quejo.


De repente el ruido se fue intensificando cada vez mas, nos dimos la vuelta, lo que veía era genial (bueno, para mi si, para mi hermanito era aterrador).


Una bandada de murciélagos voló muy cerca de nosotros.


Me agache rápidamente. Mi hermano se quedo congelado por el miedo, no se movía, si no hacia algo rápido los murciélagos iban a dejarlo son cabeza.


Lo tome fuerte del brazo y lo tire para abajo.


Los murciélagos se perdieron en la oscuridad luego de pasar tan cerca de nuestras cabezas.


-¡Ya se lo que pasa!-soltó Jake de repente-l...los Evans eran...vampiros, ¡si! Esos murciélagos eran ellos y...los demás eran todas las personas a las que "mataron", que se convirtieron en vampiros chupasangres también.


Me heche a reír y le di un golpecito en la cabeza.


-Jaky, todo el mundo sabe que los vampiros no se convierten en murciélagos, lee un libro-le dije.


-Pero en las películas es así.


-Pero esto no es una película, en las películas los protagonistas terminan bien, pero acá, en la vida real, lo mas probable es que no salgamos bien al final...-le dije en tono misterioso y macabro.


-¡Basta! ¡Quiero ir a casa!


-Deja de quejarte, yo no me voy de acá hasta no encontrar a algún Evans o a Edward e Irina.


Jake miro por un hueco que había en el viejo caserón.


-¡No puedo creer que lo hicieras! ¡Hoy es noche de luna nueva!-dijo asustadisimo, pero a la vez enfadado.


-Aja, si, es una coincidencia que haya luna nueva justo la misma noche en que llegue al pueblo, tengo el presentimiento de que estaban esperándome, o...-hize una pausa y un movimiento brusco para asustarlo, y funciono-...¡esperandoNOS!


Casi se pone a gritar pero le tape la boca con la mano.


-¡Shh! No queres despertar a los fantasmas.


Estaba espandisimo, era muy gracioso ver su cara de terror.


Nos levantamos y seguimos inspeccionando la antigua mansión.


Todos los muebles seguían ahí, nunca se los había llevado, y eso lo hacia aun mas exitante.


Y lo vi...un enorme armario, de verdad era gigante, se extendía ante mis ojos maravillados.


Extendí la mano para abrirlo pero Jake me detuvo.


-¡¿Estas loca?! ¡No podes abrir ese armario, no sabes que puede haber ahí!


-Jake, no fastidies-le dije, sin quitar la vista del gigantesco y antiguo armario.


Puse mi mano sobre el picaprote lleno de polvo, lo gire, lentamente, y la puerta del armario de abrió...



Esta soy yo con la mascara de monstruo con la que tanto asuste a Jake:

Vieja historia de terror

Me subi al auto muy emocionada, ya queria llegar a Dark Hill (Pueblo Oscuro), si es un nombre genial. Mama, Jake y yo ibamos a mudarnos alli, a una casa al lado de la mansion Evans, en donde vivia la familia del mismo nombre en el siglo XVIII. Se dice que en esa mansion vivio una extraña familia, nunca salian de la casa, nunca nadie los vio, los miembros de la familia eran: Rosalie, la menor, tenia 13 años, era una niña extraña, blanca como la nieve y su cabello, oscuro como la noche. Decian que tenia una voz extraña, pero maravillosa, su canto hechizaba a quien estuviera cerca. Jasper era el padre, un hombre raro, decian que estaba loco, sus hojos eran rojos, y su cabello dorado. La madre se llamaba Alice, tenia cabello castaño, otrso decian que era ondulado y del color del caramelo; era una mujer reservada, nunca hablaba. Dicen que una noche de luna nueva unos niños jugaban con una pelota de trapo cerca de la mansion, la pelota se les fue al patio delantero de la casa, uno de los niños, llamado Edward Hale, muy valiente, trepo por la enorme cerca para recuperar su juguete...nunca volvio, despues de unos dias la familia Evans desaparecio y se encontro al pequeño Edward, muerto, yacia en el piso de la mansion con un cuchillo clavado en el corazon. Cuando su madre, Irina, entro a la casa para recoger el cuerpo, se escucho un grito y un extraño canto: el de una niña.
Dicen que la familia Evans nunca se fue de la casa, que sus espiritus rondan por los pasillos de ésta. Y que cada noche de luna nueva se escucha un hermoso y extraño canto de una niña de 13 años...
Estaba ansiosa por llegar, era el mejor lugar para mudarse. Pero Jake no pensaba lo mismo.
-Mama, no quiero que nos mudemos ahi, hay fantasmas-se quejo Jake.
-Jake, los fantasmas no existen-lo tranquilizo mama.
-Si, Jake, no existen...-le dije con voz misteriosa y lanzandole una mirada asesina.
Al fin llegamos...nuestra casa era de dos pisos, pero al lado estaba la majestuosa mansion Evans. Era tal y como yo la habia imaginado: antigua, enorme, misteriosa, tenebrosa, super genial.
Esto iba a ser genial...